miércoles, 1 de agosto de 2012

Animación.

Dije ya que no me importa invertir un par de años en animar todo, pero creo poder reducir el tiempo de trabajo con la ayuda tres personas realizando tareas concretas.

Por un tiempo contemplé hacer algunas escenas en 3D pero la verdad es que el proceso resulta demasiado complicado y el estilo de animación no se presta para el proyecto. Hace un año, cuando la idea del mediometraje apenas empezaba a tomar forma, hice un mesh de uno de los personajes en ZBrush. Era casi un juego, pero imaginaba que tarde o temprano podría servir para algo.



Bue... idea desechada. De todos modos sigo contemplando a uno de los animadores en 3D para hacer parte del trabajo de animación tradicional.

Animación tradicional... esa sí que puedo hacerla. El tratamiento de las partes animadas deberá recordar a esa perla de Jean Francois Languionie: "Gwen, et le livre de sable". La puesta en cámara será mucho más sencilla, más parecida a este cortometraje animado, también de Languionie: Tomas fijas y planos abiertos. Las acciones de los personajes son muy concretas y se unen con ciclos básicos. Y sin embargo, el efecto es maravilloso.
Pienso también en esas cápsulas animadas del Incal, hechas por el propio Moebius en los últimos años.

Lo primero que dejo aquí es una prueba muy sencilla. Un ciclo de vuelo y el desplazamiento del personaje en un ambiente de tres dimensiones. Todo el proceso me lleva cerca de 5 horas (la música es mía, también, y con toda probabilidad será parte de la banda sonora final).



Limpiar el trazo y rellenar las figuras me lleva bastante más tiempo que animar. Es una labor de paciencia en la que se invierten horas, espalda y asentaderas. La toma final me lleva de tres a cinco días.


Como dije. Va para largo. 

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